El sector agrario ha empezado esta semana protestas en diversos puntos de España contra los recortes de la Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea. El martes 6 de febrero cientos de tractores cortaron distintas carreteras de todo el país. Una movilización que se suma a la de los franceses, los alemanes o italianos y con la que los agricultores piden cambios en las normativas ambientales, mejoras en la protección y ayudas por la sequía. Una industria que podría cambiar para siempre gracias a una nueva tecnología española que analiza y detecta problemas en la cosecha en tiempo real.
Desde hace tiempo, los avances tecnológicos han revolucionado la agricultura, con inventos como una bomba de agua para riego que funciona sin energía u otro que ahorra agua y dispara un 50% la cosecha usando electricidad. La última innovación en este sector viene de la mano de Plain Concepts, una multinacional tecnológica española, que ha desarrollado junto a KWS, un proveedor mundial de semillas, un sistema automatizado para examinar de forma óptima las remolachas cosechadas.
Esta tecnología ya se ha probado en campos agrícolas de América del Norte, y está programa para ser implementada a nivel global. Durante el proceso, el proyecto tuvo que hacer frente a una serie de dificultades, como que "las cosechas de los agricultores generalmente están en lugares muy aislados, con poca conectividad y problemas de comunicación. Tuvimos que resolver esto para empezar a automatizar el sistema y lograr una red confiable y estable", según indica Augusto Alexis Chirico, ingeniero de desarrollo de software de Plain Concepts, a EL ESPAÑOL - Omicrono.
Una vez conseguido resultados, la multinacional española logró "tener todo el sistema de sensores conectados a una red estable a Internet, pudiendo enviar los datos a la nube. Una solución que consiste en una especie de agente que se instala en las máquinas donde están conectados los sensores y que miran cuáles son las novedades de eventos en las métricas que estos toman". Beetrometer puede desde medir la calidad de la remolacha hasta la temperatura y otra serie de métricas "que sirven para saber que todo va bien en la cosecha o si hay algo que está mal".
Plantación con agricultura de precisión. Omicrono
Una vez que los sensores comienzan a emitir las métricas, estas "se guardan en archivos de texto en la nube, en este caso de Azure, que es el proveedor de servicios que utilizamos para esta solución; y a través de un dispositivo de IoT estos se guardan en una base de datos". De esta manera, los agricultores pueden ver el sistema de alarmas o recibir alertas por anomalías, "como si una métrica está fuera de un rango esperado o si debido al clima, como una tormenta, si los sensores se han movido; y así pueden saber y enterarse si todo va bien o si de repente pasa algo".
Gracias a esta tecnología los agricultores "pueden asegurarse de que la producción que van a sacar en la siguiente cosecha es óptima". Unos datos que los sensores pueden generar gracias a que realizan un chequeo continuo y en tiempo real; y se pueden consultar tanto desde un ordenador como en un dispositivo móvil, ya sea un smartphone o una tablet. "Mediante una aplicación se puede ver el cuadro de mandos con las métricas de cada instante y cómo los datos fluctúan entre sí, pudiendo compararlos, filtrarlos y realizar más movimientos con un sistema de gráficas", señala Chirico.